Como promete su título, el segundo concierto del ciclo Tiempo de cámara es un verdadero viaje hacia un “otro lugar” íntimo y a la vez compartido. Las voces del coro de la ORCAM, escoltadas por el piano de Karina Azizova, se convierten aquí en el vehículo perfecto para descubrirnos las intenciones de los autores del programa. El virtuosismo expresivo de Henri Duparc, la espiritualidad de Mel Bonis, la modesta elegancia de Gabriel Fauré y la vívida “pintura” de Claude Debussy, entre otros, se suceden haciendo vibrar las palabras de poetas como Charles Baudelaire, Sully Prudhomme, Théophile Gautier o Paul Bourget. Un viaje en el que la música nos hará transitar por las impresiones más sutiles e impalpables de la existencia humana: la ausencia, el anhelo de lo inaccesible, la pasión atormentada, la frustración por una expectativa que nunca se cumple, el dolor inseparable del deseo, el enfrentamiento entre un pasado imaginado y un futuro esperado, la ensoñación como refugio…
El genio de la melodía francesa, que se revela en las partituras de Bonis y Castagnet y en los arreglos corales de Denis Rouger, convergerá en el programa con las atmósferas creadas por el compositor sueco Sven David Sandström en sus Cuatro canciones de amor para coro a capella, inspiradas en poemas del Cantar de los Cantares, y con la hipnótica Vocalise de Sergei Rachmaninoff, una canción sin texto donde la parte vocal es sostenida en un único sonido vocálico.
Cristina Roldán
Musicóloga