La música es emoción y para mí, compañera inseparable. Es por ello que me evoca recuerdos y los revivo cada vez que esas músicas suenan de nuevo.
He seleccionado para vosotros música que, por una razón u otra, he vinculado a momentos relevantes en mi vida. Por ejemplo, cuando escuché por primera vez esta versión de Las Cuatro Estaciones, un mundo nuevo se abrió para mí, que hasta entonces estaba representado por otra tradición interpretativa.
Recuerdo a Salvatore Accardo y el concierto de Beethoven en la inauguración del Palau de la Música de Valencia y la emoción con la que viví esos momentos previos a una cita que, para los valencianos, era histórica.
Mahler y su Primera Sinfonía se convirtieron durante meses en la música que escuchaba cada noche, ya que en ese momento era la música que tocábamos en la banda de mi pueblo.
Haendel mismo reconoció la calidad de algunos de los coros escritos para Theodora por encima mismo de los de El Mesías.
Y qué decir de esa cita ineludible con los conciertos de Año Nuevo, unida a la figura del gran Carlos Kleiber, con su elegancia, flexibilidad, ductilidad, fantasía…
Como director, dirigir La Bohème ha sido una de las experiencias emocionales más importantes que he vivido. Me sentí atrapado por su música y su drama.
Espero que disfrutéis de esta selección y que pronto podamos disfrutar de la emoción de compartir la música juntos
Un fuerte abrazo y nos vemos pronto.