VI – ABONO SINFÓNICO
Krzysztof Penderecki. Chacona en memoria de Juan Pablo II + (2005)
Sergei Prokofiev. Concierto para violín y orquesta nº2, op. 63 (1935)
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Gabriel Fauré. Réquiem, op.48 (1888)
+ Primera vez ORCAM
El Réquiem polaco de Krzysztof Penderecki, estrenado en 1984 y sujeto a numerosas alteraciones y adiciones a lo largo de la vida de su autor constituye una profesión de sus convicciones religiosas y políticas en una Polonia aún sometida al yugo soviético. La Chacona para cuerdas, compuesta en memoria del papa Juan Pablo II, es un lírico lamento compuesto en 2005 para ser intercalado entre el Sanctus y el Agnus Dei de esta magna obra.
Estrenado en 1935 en el Teatro Monumental de Madrid, pero compuesto a caballo entre París, Rusia y Azerbaiyán, en un momento en el que el compositor preparaba su retorno definitivo a la Unión Soviética, el Concierto para violín nº 2 de Prokofiev muestra una faceta más clásica que su predecesor, en un intento de satisfacer las directrices del denominado Realismo socialista mediante la producción de una música «comprensible para las masas».
Es significativo que el Réquiem de Fauré se interpretara desde 1888 en la Iglesia de la Madeleine de París, como parte de las liturgias fúnebres oficiadas en este templo, antes de dar el salto –aumentada y con una orquestación mayor– a las salas de concierto en el año 1900. Frente los gestos apocalípticos de otros destacados Réquiems –como el de Berlioz o Verdi, pero también el de Penderecki–, Fauré reivindicó la naturaleza religiosa del texto de la misa de difuntos católica a través de una partitura que irradia belleza y espiritualidad por sus cuatro costados.