El próximo domingo el Joven Coro estará actuando en Villarrubia de los Ojos, pueblo natal de Félix Redondo, nuestro director. Será un concierto con un repertorio muy variado en el que, además, se estrenára la versión para coro mixto del Himno a Villarrubia de los Ojos que ha compuesto el propio Félix.
Le hemos preguntado sobre el proceso de creación del himno y esto es lo que Félix nos ha explicado:
“A mi juicio, la composición de un himno no persigue ganar los premios nacionales de poesía y música, sino sintetizar y destacar las señas de identidad con las que la mayoría nos reconocen y nos reconocemos.
Empecemos dando algunas pinceladas sobre la letra. Comienza el Himno situando a Villarrubia según se describe en las relaciones topográficas de los pueblos de España que encargó Felipe II, así la primera estrofa reza: ‘en el rincón de La Mancha, dominando la llanura del Campo de Calatrava, Villarrubia se levanta’. Después se habla del Guadiana oculto que reaparece en el lugar llamado Los Ojos del Guadiana; de la fama que siglos pasados le dieron sus toros y la que hoy mantiene por la calidad de sus vinos; se subrayan los elogios que Don Benito Pérez Galdós, el gran escritor del siglo XIX, hizo de Villarrubia en su libro ‘Prim’. Dice Galdós que Prim, en su huida de Madrid a Portugal durante el crudo invierno, llegó a Villarta y de allí a Villarrubia, de la que dijo: ‘llegaron a Villarrubia de los Ojos, lugar grande, cuyos moradores trabajan, tuercen y manipulan la enea para fondos de sillas y otros utensilios. Lugar bien abastecido de quesos, hogazas, corderos y otras materias nutritivas, y de añadidura el más liberal y expansivo de toda La Mancha’. También en el Himno se hace mención a la mujer villarrubiera, a su talento y reconocida belleza en la provincia, y no podía faltar tampoco una estrofa dedicada a la veneración que los villarrubieros tienen por su patrona y a las fiestas que en su honor celebramos. Finalmente, los últimos versos reflejan un sentimiento emotivo: el llano y la sierra son como pisar el suelo y tocar el cielo en un instante. ‘Villarrubia, desde el suelo al mismo cielo, Villarrubia ¡envidiable población! Villarrubia, Villarrubia de los Ojos, Villarrubia, el lugar de mi nación’.
En cuanto a la música, he intentado dotar al texto de otra dimensión expresiva, y he insertado algunas citas musicales que todos reconocerán. Pero sobre todo me he esforzado en hacer una línea melódica fácil de aprender y retener, que pueda cantar cualquiera, especialmente en la primera y última sección de la partitura, las cuales podrían constituir, si fuera necesario, una versión reducida del himno. La partitura empieza con una breve introducción, anticipando el canto más popular, que llegará con los últimos versos. En la primera sección, en tono menor, la música, casi inmóvil, evoca la llanura de la que emerge, con giros melódicos ascendentes, el pueblo de Villarrubia a los pies de la sierra. Este recurso de sugerir imágenes es una práctica común desde los compositores barrocos, aún no conocían el cine y la música ponía la imagen en las mentes de los oyentes, no podrían decir que el Guadiana está oculto sin sumergirlo en el pentagrama y después hacerlo brotar. La segunda sección es la que más versos y contenido tiene, está en modo mayor y se anima con cambios de compás que rompen el ambiente austero de la primera estrofa. Después viene una pequeña transición en la que la mano derecha del piano imita a las campanas de la iglesia repicando mientras la izquierda toca las primeras notas del tradicional himno a la Virgen de la Sierra. Esto sucede porque la estrofa siguiente se refiere a la Virgen y a sus fiestas. Enseguida y aprovechando que el poema dice ‘y por septiembre… sones de fiesta’ cito las primeras notas del conocido Fandango de Villarrubia. Finalmente, para los últimos versos, he hecho una música que casi se adivina, fácil de recordar y que ojalá siempre que se interprete, todos los que la escuchen sigan cantando.”
La primera audición del Himno a Villarrubia tuvo lugar el 13 de abril de 2013, en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Villarrubia de los Ojos, con ocasión del homenaje a D. Isidoro Villalobos Racionero. Fue interpretado por el barítono Rajiv Cerezo Chugani acompañado al piano por Clara Redondo Rivera. Unos meses después, el 6 de septiembre de 2013, fue la Coral Polifónica Sierra Alta bajo la dirección de Daniel Báñez, la agrupación que lo interpretó en su acto de presentación oficial.